El Lobo Miro fijamente a la Noche
La comprendió en su inmensidad
Y se envolvió en su oscuridad
Se detuvo solo en el bosque
Y olio el silencio fríamente
Esperando calmo el viento golpear
Avanzo hasta donde su manada lo esperaba
Y en sus ojos brotaba la hermandad
Silencio, casi sin decir nada, como si todos sintieran y pensaran igual
Avanzaron
Por el bosque Corrieron,
En busca de alguna presa para devorar
El invierno era duro, y no había mucho para aguantar
En un veloz pasar, vieron un presa arribar
Ciervo solo, extraviado
Perdido estaba, y sin saberlo
Seria alimento para un lobo hambriento
Y como si el tiempo no pasara
Atacaron…
Sin espacios, ni piedad, la naturaleza del animal vertió sus colmillos sobre la tierna carne
Del ciervo grande, que perdido en el bosque murió
Cayo devastado por el brutal ataque, y como un jaque mate
En festín se torno
La manada sacio su gran hambre, pequeños, adultos y ancianos
Iluminados por una luna feroz aullaron
Tan fuerte como trompetas quebrando hielos antiguos
Cantaron los Lobos en lenguaje Antiguo:
“Soy el fiero ser de los bosques
Guerrero de mi vida
Guardo en mi guarida
Mi familia entera,
Historia certera de mi caza y mi cena
Es mi ley y mi vida
Cazar con libertad noche y día
Si oyes mi canto a lo lejos,
Sabrás mi presencia,
Esperando el momento,
Para salir….”
El Hidalgo Lobezno
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